Al final el miércoles fuimos a calentar motores a Rivas, se vino Alfred a probar y le gusto, también el primo de Elena, que tiene madera.
Luego nos fuimos a dormir a Patones Ana, Pedro y yo, la verdad, es que dormimos de puta madre en la chopera, con una luna llena superchula, creíamos que nos iban a devorar los mosquitos pero al final tuvimos suerte y no fue así, del zorro ni rastro por ningún lado.
Nos levantamos mazo tarde y cuando quisimos ir al sector perejil estaba ya todo petado, parecía aquello la dehesa todo lleno de familias domingueras pero siendo escaladores, y con más niños que en el parque de atracciones, lo intentamos enfrente (en la zona de arriba) y nada más de lo mismo más gente que en la guerra, luego fuimos abajo a un sector donde estaban todas las vías desequipadas o con una equipacion que daba miedito, más viejas que yo, cuando nos decidimos por una vida, sorpresa la mía, que abro la mochila y solo hay dos friends y una expres, valla cagada¡¡¡¡, y con el calor que hacía, que putada, para un día que nos decidimos a hacer algo, nada, menos mal que el pedro nunca tira la toalla y siempre se le ocurre algo, pues na, nos montamos un rapel volao de 30 metros y bajando nos pasamos todo lo que quedaba de mañana, fue divertido al menos, luego comimos en el bar que te pones hasta las trancas, y mola el rollo de estar allí con todos los escaladores... muy chulo el tema.
