Un buen ña
“primera” al Mallo Firé, por Ernesto Mallafré C. D.E. del C.E.C.
Revista
Peñalara n.º 289 – Julio – Agosto – Septiembre de 1946
Conocíamos
la existencia de los Mallo de Riglos y desde que, con motivo de una excursión a
Candanchú, los vimos por primera vez, arraigando en nosotros la idea de su
escalada, ya intentada anteriormente por notables alpinistas de la vecina
nación y por los “Montañeros Aragoneses”.
ñ
conglomerado rojizo, detrás del mismo pueblo de Riglos, se alza un conjunto de
fantásticos paredones y monolitos, los llamados Mallos de Riglos, de peligrosa
ascensión, debido a la fragilidad de la roca, que se desprende con facilidad,
lo que obliga a un constante tanteo de las presas y a tomar minuciosas
precauciones. Sobresale por su altura y esbeltez el denominado Mallo Firé,
hacía el cual se habían dirigido los anteriores fracasados intentos.
Terminada la
temporada de esquí, empezamos los entrenamientos de escalada en Montserrat para
familiarizarnos aún más con el clásico y difícil conglomerado. Así caen “La
Niña” y “La Talaieta” después de repetidos intentos, y se efectuaron varias
visitas a la que podríamos llamar nuestra escuela de escalada de “Sots de Bach”
para perfeccionar la propia técnica, en espera de poder ir a Riglos.
Llega el
verano sin que nos haya sido posible efectuar un intento de escalada a los
Mallos. Se lleva a cabo el campamento de Piedrafita, desde donde realizamos la
travesía de las crestas de Costillerou y del Diablo, efectuando en esta la
ascensión al Diente Canino por la cara sur, y es precisamente al regreso cuando
se nos presenta la oportunidad deseada.
El 17 de
Agosto de 1942, a las nueve de la mañana, llegamos a la estación de Riglos. El
día está encapotado y el bochorno es insoportable. De las pesadas mochilas,
elegimos el material que creemos necesario, dejando el resto en la estación y
emprendemos el camino hacia el pueblo, que dista unos cuatro kilómetros. Apenas
salidos, empieza a caer una fina llovizna que nos acompaña en todo el trayecto.
Durante el trayecto hemos hecho pocos comentarios, y pronto somos tres
autómatas en marcha que meditan sobre las posibilidades de éxito en la aventura
comenzada.
En el
pueblo, después de instalados en una humilde fonda, escuchadas las opiniones,
por cierto nada halagüeñas, de sus habitantes sobre subir al Firé, y habiendo
cesado la lluvia, nos disponemos a efectuar, por lo menos, una tentativa.
Por un
sendero apenas trazado, en medio del inclinado pedregal, llegamos a las tres de
la tarde al collado que une el Mallo Firé al resto del macizo principal.
Desde aquí,
podemos estudiar perfectamente la posible vía de escalada.
Cambiamos
las pesadas botas claveteadas por las ligeras alpargatas; nos repartimos el
material y quedamos dispuestos para empezar el “trabajo”.
Se inicia la
ascensión, siguiendo las huellas de los que habían intentado anteriormente.
Primero, una pared con buenos agarres y una canal con vegetación, no muy en
declive, donde realmente comienza la escalada.
Delante,
tenemos un muro con dos grietas verticales: la de la izquierda fuera de
plomada, sólo vencible a base de pitones y doble cuerda; la otra, relativamente
más fácil, más impresionante por lo aérea, pues está situada en un desplome de
300 metros sobre la vía de ferrocarril.
Optamos por
la segunda; con un paso de flanco sobre agarraderos muy pequeños, se llega a su
base y en su mitad un pitón da la suficiente moral para continuar, pues una
caída sería de fatales consecuencias. Terminada esta fisura, empieza una canal
con vegetación hasta un reducido collado, que tiene a un lado la tercera punta
del Mallo, escalada en 9 de julio de 1935 por los franceses J. Arlaud y J.
Grelier y el italiano P. Ghihlione, y al otro, un muro vertical de 40 metros de
altura, que conduce a la cima principal.
Para
estudiar mejor la vía a seguir por este muro, subimos a la cima más baja, donde
encontramos el “cairn” erigido por los franceses, y vuelto al collado, atacamos
directamente la pared. Un pequeño arbolillo nos ayuda a superar los tres
primeros metros. Aquí la pared está fuera de la vertical. Ha sido clavo el
primer pitón que apenas entra dos dedos. Los que siguen al conductor de la cordada
están atentos a las evoluciones del mismo, quien logra clavar otro, aunque muy
inseguro también; n tercero es igualmente colocado, y el cuarto, que no
podremos recuperar, entra en la roca admirablemente. Así, y a doble cuerda, se
ha podido superar esta “panza de burro”; después ya es posible proseguir, sin
ayuda de los pitones, con mucha precaución, pues las presas, aunque grandes, no
ofrecen ninguna seguridad.
A treinta
metros de altura, el primero clavo otro pitón para su seguridad y prosigue la ascensión
sin ningún otro contratiempo.
Mientras ha
durado la escalada nos hemos dado cuenta del empeoramiento del tiempo. Vemos
como llueve abundantemente en la lejana Sierra de Loarre, y el frente
tormentoso avanza hacia nosotros.
Después de
fumarnos el tradicional cigarrillo y apresuradamente nos disponemos al descenso
para escapar de la furia del temporal.
El prime
rápel, de cuarenta metros, es estorbado enormemente por un fuerte viento que
nos separa de la roca, llevándonos hacia el vacío; en el segundo rápel, de
cincuenta metros, por el interior de la canal, no nos molesta el vendaval; y
cuando nos disponíamos a efectuar el último, de doce metros, empieza a llover
de tal manera que en pocos momentos quedamos caladas hasta los huesos. Con las
cuerdas mojadas, el descenso se hace más lento, y sólo cuando anochece llegamos
de vuelta al pueblo contentos de haber realizado esta empresa que ya se temía
imposible.
La escalada
puede clasificarse de cuarto grado y, aunque no difícil, requiere de mucha
precaución debido a la inseguridad de los agarres.
Que esta
escalada pueda servir de preámbulo a la serie que no dudamos se realizarán en
tan soberbia región de monolitos muy codiciados por los escaladores de nuestra
escuela de Montserrat.
Semanas de
relax, prácticamente ninguna actividad, un relax forzado por los
inconvenientes, los coches y las motos en el taller, mazo trabajo que tenemos
que sacar los fines de semana, y mucha tensión en la cabeza... y eso que las
montañas ya se van cargando de nieve, ya
hay gente que ha hecho el corredor Gandalf en la laguna grande el Peñalara, y
nosotros sin pisar la nieve… pero entre el trabajo que hay que ir sacando, el
poco dinero y que ya va entrando a los niños el agobio por la navidad, poco que
hacer, el Pedro anda desaparecido en combate, se le rompió una tubería y está
cambiando toda la cocina, y esas cosas siempre se complican… el Cesar y la Helen
con su agendas de las actividades de los niños, el Alfred, también lleva buen
agenda, el único que parece que va a su ritmo es el Dani, que no se aburre y
aun así de vez en cuando tiene que pringar algún finde en el curro.
El hombre es
un animal utópico, necesita creer en algo…. Yo ya no, ya no creo en nada, he
dejado de ser hombre, soy un tornillo webor (Whitworth), en esta cadena de
producción donde el hombre ha dejado de ser hombre, el fin ya no es el hombre
es la máquina. Esto no va mal, Ya no va, ya no somos lo más importante y eso da
mucho miedo.
Noviembre no
ha dado muchas alegrías, que va, solo mucho curro, al menos se trabaja con la
expectativa de que esto repercutirá en un futuro y que en el 2019 no haya
carencias… pero hoy en día todo es tan incierto…
Diciembre no
va a ser mejor, solo gastos y más gastos y encima el seguro de vida, la fede
del año que viene, la revisión y cambio de batería de la moto, 2 multas, nunca
llegamos a fin de mes, cago en la puta. Vaya vida¡¡. Remando para no saber si
vas a poder tomarte una puta cerveza…cada vez odio más estas fechas porque parece
que todo el mundo puede estar por ahí gastando y gastando, y parece que tienes
que estar por compromiso, pero si no tienes para gastar…
El Guille,
está hecho un crack, el guille el hijo de Arancha, parece que va a traer a los
SA a que toquen a Madrid, cosa casi imposible en los últimos 5 años, a ver si
hay suerte, la verdad se está perfilando como un promotor de conciertos
bastante solvente el tío.
Tuvimos
nuestro enésimo encuentro con las fabes del Nestor, nos lo pasamos genial, la
verdad, buenísimas las fabes, e incluso nos sacó una botella de pacharán hecho
por él, eso sí, ya no se acuerda el año en que lo hizo, estaba tocadete el
Nestor, porque estaba muy a gusto en Moratalaz, y ya le ha dicho el jefe que
para el año que bien tiene que cambiarlo de tienda... esperemos que no nos
pille lejos... tendré que ir antes a hacer me las gafas..
El Alejandro
hace ya 15 días que le escribió la carta a papa Noel y a los Reyes, el tío no
es nada pidón solo una cosa a los reyes y una cosa a papa Noel y además que lo sabía
desde el verano.
Ahora está
muy preocupado con el tema de que nos estamos cargando el plante el tema capa
de ozono, todos los días me pregunta que podemos hacer, y yo le digo, hazte
ingeniero para hacer un cohete e irnos de este planeta y él dice y si donde
vamos hay alienígenas??? Como molan los niños, viven en un mundo paralelo que
mola mazo, quien pudiera recuperar esas ganas de vivir, esa fantasía, ese
sentimiento…
Fuimos al
cine, casi nunca vamos, te meten media hora de anuncios, en fin, pero Superlopez
se lo merecía, mi comic prefe de toda la vida, y la verdad que nos reímos un
rato y creo que es la primera peli que Alejandro disfruta entera, las otras, se le hicieron muy pesadas...
Toda las
noches me acuesto diciendo el sábado a la montaña tengo que pisar nieve, y
cuando me levanto todos los días, me da tal pereza la vida, que no tengo ni
ganas de ir a ningún sitio, solo me apetece de verdad de la buena, una buena
borrachera. Ya no voy al gym, ni al roko, ni a nada, solo me parto la vida de 9
a vete tú a saber, para ganar 1000 putos euros, y que a mi hijo no le falte,
casi de nada, vaya puta mierda de vida, con 45 años, estamos peor que con 20.
Se murió el
Padre de Manoli, pobre hombre llevaba más de 10 años de diálisis, desde hace 7
todos los años un operación importante, dijo basta... una pena. 72 años tenía
el hombre. También se murió el hermano de Pepito, 68, pero este pobre hombre
cogió meningitis al nacer, y tenía una minusvalía severa, y con esa enfermedad, el cuerpo empieza a fallar rápido, la verdad, que yo nunca lo llegue a conocer. No sé, nisiquiera
la relación de Pepito con él, la verdad que en aquella época, en Galicia había
mucha miseria, por ejemplo, de mi madre se tuvo que hacer cargo su tía la monja
y se le llevaba con ella de convento en convento, Pepito y su hermana, la madre
de Fernanda, se tuvieron que ir a vivir con una tía suya, hermana de su madre,
se fueron de la aldea a Vilagarcía donde vivía esta mujer, que no te tenía
hijos, e incluso adoptó a la madre de Fer, par que no se perdiera su herencia y
lo heredó todo la madre de Fer, que se cambio hasta los apellidos. Tiempo
jodidos fueron aquellos, tiempos jodidos son los que nos depara el futuro.
Total que se me fue un poco y le
tosté la cabeza al primo de Ana, Raúl, que por cierto ya acabaron la piscina.
[29/11 17:41] jose V: Le ha llegado
una multa a Pedro de lo del. Borosa por aparcar en el puto camino, a vosotros
os a llegado algo
[29/11 20:15] jose V: No se tengo la
sensación de que este mundo ya no funciona tío cada vez me mato más a trabajar,
aguanto gentuza pongo buena cara lea hago pleitesías como si fueran marqueses a
l o a clientes y aun así cada día gano menos siempre estoy acojonado, en fin
puto mundo.. Vaya chapa te he dado....
[29/11 21:25] jose V: Por cierto
aunque tú sabrás de esto más que yo nosotros en invierno nunca vacía vamos la
pisci para que no se agrietara... La has llenado?
[29/11 22:02] jose V: Si tío además
estoy muy saturado sabes lo que me gustaría que mi trabajo no fuera solo dinero
sino que tuviera algo de creación no sé, fabricar un vino pan cerveza cultivar
algo hacer piscinas algo, que tu trabajo siga hay, tu por ejemplo has hecui6
una casa crías caballos ahora has hecho una piscina cultivas haces algo que vea
crear.. Yo no hago nada solo ver papeles...
[29/11 22:04] jose V: Ya me
imaginaba yo... Échale algún palé al agua para que no se cree una capa uniforme
y presione sobre las paredes..
[29/11 22:04] jose V: Ya no te doy
más la coña nos vemos
Íbamos a intentarlo, ir al Ocejon, pero no tengo coche, el Pedro dice que lo intentaba, pero no ha podido gripon, así que el Dani y yo convencidos de ir a 7 Picos, en el tren, pero, la pereza y el puto trabajo al fin le llame que lo dejábamos que le invitaba por el barrio a unas cerves sobre las 13, después de trabajar. Domingo 9 de la mañana, se levanta uno, se arrepiente uno, maldice uno, agacha la cabeza uno, para el curro uno, otro puto fin de semana más, a la basura... y el tiempo sigue pasando.
Tormenta y mezcal
Que te
habías creídoSi siempre es igual
Siempre es lo mismo…
*Rebeca Jimenez