Al final quedamos todos,
menos el Alfred y la Tere, Hondarribia muy lejos así que a las lagunas de
Ruidera, buscando agüita y escaladita fácil, agüita que nos pide el cuerpo y a
los niños más.
Siguiendo la lógica del
verano de la búsqueda del agua, nos fuimos a escalar al camino natural del Guadiana,
territorio de vergel en mitas de la mancha. El Guadiana, rio raro donde los
haya, no se sabe donde nace, y mantiene su incertidumbre, con los ojos, y hasta
su desembocadura haciendo frontera natural entre Portugal y España,
También es misterioso el
origen de las lagunas, dicen que las creo el mismísimo Merlín. La verdad, es que
es sorprendente que en mitad de esa Mancha haya esas quince lagunas que se rebosan e inundan unas a otras formando
cascadas y saltos debido a formaciones geológicas como las barreras
travertínicas
También territorio histórico
quijotesco, después de escalar, a tomar fresquito a las lagunas de Ruidera, el Benidorm
de la mancha, nos sorprendió malamente, que era casi todo privado, allí pasamos
el resto del finde, quitando las noches que como es parque natural, pero para
lo que quieren lógicamente como las furgos y las auto, no dejan dinero, no puedes pernoctar, teníamos
que salir del parque, claro que teníamos la suerte que, las vías de escalda en el pantano de Peñarroya, que aunque
allí te podías bañar, nos dijeron que no era recomendable con niños porque el fondo
era todo fango, y que estando tan cerca las lagunas, no merecía la pena Uno de
los pocos afloramientos calcáreos aprovechables para la escalada en la
provincia. Tranquilidad asegurada y un ambiente íntimo en estos muros de caliza
gris donde nuestros dedos acariciarán sus pequeñas regletas, gotas de agua y
fisuras. La verdad que le dimos a una fisura muy, pero que muy bonita, están
justo en donde acaba el parque y hay un parking, con sus pinos, sus mesas, ósea
que nos vino dabuti, eso si luego 20 km hasta la laguna. Escalamos prácticamente
solos, dos parejas de la zona, y poco más.
Nosotros llegamos el
viernes por la noche, Pedro a sus horas nocturnas, Elena, Cesar y Dani, el sábado,
sin madrugar, a eso de las 12. Se le reventó una rueda el viernes por al mañana
a Cesar, y por eso no pudieron ir el viernes.
La verdad que el enano hizo otro vivac, de viernes a sábado, pero entre la luna llena, el airazo que hacia, y que cuando vino Pedro y las niñas se desvelo, durmió poco el chaval.
Pueblos de la ruta de Cervantes
el quijote se ensoñó, por aquí. Por aquí estuvo el pobriño y así en esas horas con el mismo, se le vino to, que cabrón que capacidad de
imaginación, que envidia.
Pronto empezamos a flipar,
el Benidorm de la mancha le llamaban a aquellas aguas del Guadiana, y pronto lo
entendimos todo lleno de gente, incluso familias musulmanas, las mujeres se
bañaban con la ropa puesta y todo explotado, un parque natural, en manos
privadas, casi todo los accesos a la laguna eran por hoteles, clubes
restaurantes privados, una pena, así es este país.
En fin aun así,
encontramos sitio para aparcar, un triunfo, pero aparcamos, barquita de
pedales, chiringuito, cafeses pacharanes, que poco me gusta el agua, pero bueno
como al final te aburres, te sale el dominguero que llevamos cada uno de
nosotros dentro, y te mimetizas en el ambiente, El Dani y yo como nos aburríamos
nos cruzamos la laguna, coño al final nos aburrimos 260 metros de ida y 260 de vuelta
que coñazo, tonterías de chavalitos, ya sabes, como había mucho chavalito, no íbamos ser nosotros menos.
El Cesar y Elena les quitaron el titulo a Tere y Alfred, ya anda de cascada del Amor, estos tuvieron su laguna del amor, como la del lago azul.
Como también fuimos a
escalar, acceso rápido, hasta las vías casi en la frego, los sectores a la
sombra, vías técnicas, cortitas pero suficientes para nosotros las chicas y los
niños al final no escalaron prefirieron infinitamente más el cobijo del agua.
Los enanos se lo pasaron de PM, que al fin y al cabo ahora es lo que importa.
El domingo a la vuelta nos
cayó una tormenta de cojones, granizo, viento carretera llena de agua, no se veía
na de na, así que tuvimos hasta que parar el coche en mitad de la carretera.
Fíjate que hace años, la
primera vez que prácticamente salía con Ana, vinimos aquí, al albergue juvenil
Alonso Quijano, que pasamos por la puesta ahora y estaba abandonado, que pena,
con Elena Cesar, Dani, Carlitos, el Tate, luego creo que al año siguiente fuimos a Amsterdam y algunos amigos suyos, estuvimos dándole a
las piraguas, lo pasamos bien, o eso creo recordar, también fuimos al nacimiento
de un río creo que el Mundo, ahora no lo sé muy bien, que debe de andar cerca, buenos tiempo aquellos, te acuerdas que había
mucha más agua, mucha menos gente, todo más limpio, muchas, pero que muchas menos casas…