viernes, 6 de abril de 2018

semanilla



peñanegra










































Con el tiempo tan loco, apostamos por la nieve, en esta semana santa, y con campo base en Chagarcia, pero el Dani como tuvo que hacer de enfermero al final no vino, pero al menos aprovechó para mudarse a su casa por fin.


CESAR PEREZ DE TUDELA:

"Hacia el gran alpinismo del siglo XX

Antes del alpinismo se practicó la exploración, que fue la primera fase del conocimiento de las montañas, en los Alpes, el extraordinario conjunto de altas montañas de Europa. Sus primeros personajes Saussure, Ramond, Ruskin, curiosidad y amor infinito a los grandes parajes…

Después de las primeras exploraciones alpinas, la de la Meije, la del Cervino, la del Mont Blanc, con Whymper, Carrel y Coolidge, llegó Mummery...

Hasta entonces el alpinismo fue encontrar el mejor camino hacia la cumbre, evitando las mayores dificultades, pero cuando empieza el siglo XX... evoluciona sustantivamente la psicología del alpinista...

El espíritu de superación y el dominio de uno mismo se incorporan a la lucha alpina, que empieza a tener caracteres de hazaña.

Los alpinistas de cualquier país alpino se sienten unidos en una orden no institucionalizada, con sus reglas, sus ritos y sus personajes.

Empieza la llamada Edad de Oro del alpinismo con la escalada de las grandes paredes de los Alpes (Cervino, Grandes Jorasses, Eiger…) en la que el humanismo, la voluntad y el valor se reparten con el desarrollo creciente de la técnica.

¿Cuál de ambos aspectos era más auténtico?
¿El interés y el atractivo por la proeza deportiva? ¿O la voluntad de poder?
Se perseguía el deseo del conocimiento, ¿pero estaban ya presentes los valores materiales contrapuestos a los valores espirituales?

Desde finales del siglo XIX y principios del XX se continúo la búsqueda de la dificultad en rutas cada vez más arduas y difíciles, progresando la técnica y evolucionando el material, trasladándose el alpinismo del Mont Blanc, Valais y Oberland, a las montañas de Baviera y las Dolomitas.

Estas, a diferencia de los Alpes Occidentales, son verdaderas torres verticales, impresionantes paredes y acantilados que nadie (ningún alpinista) del siglo XIX hubiera concebido la idea de que podrían ser escaladas.
En el primer tercio del siglo XX se desarrollaron, gracias a las escaladas dolomíticas, unas técnicas muy exigentes que permitieron unos éxitos inconcebibles en épocas anteriores.

Llegó la Guerra (1914-1918)
De la noche a la mañana, alpinistas de diferentes países unidos hasta entonces por la pasión y por el compañerismo de la montaña, se encontraron en campos enemigos, inmensos en una guerra vana y atroz, con un derroche de fuerzas y de valor, en la que muchos murieron en esos mismos Alpes (los Vosgos, el Trentino, el Véneto y los Balcanes) que fueron su campo de batalla...
La Paz.
“A la serenidad de la altitud hemos rogado la paz ”escribió el alpinista Pierre Dalloz en “Zénitb”
“A la paz de las montañas pedimos vivir los exaltantes momentos de la vida heroica” Santos Gugel
Y así fue como después de la Primera Gran Guerra nació otro alpinismo con una mayor vocación heroica: el alpinismo sin guía, el que sería la regla dominante de la edad de oro alpina, descubriendo y recorriendo las rutas más difíciles con solo sus propios medios.
“Presentíamos un mundo desconocido de libertad y horizontes inmensos. Un encuentro entre nuestros sueños y la realidad”
Los “sin guía” los nuevos y admirados alpinistas de “entreguerras” se dirigieron a la búsqueda de la dificultad, excluyendo la consideración de la altitud.
Fue la edad de oro del gran alpinismo, el que precedió a la exploración y a la conquista del Himalaya, en donde la altitud fue la autentica dificultad, la que esa generación extraordinaria de “entreguerras” no tuvo tiempo de llegar a afrontar."

Murieron 3 esquiadores haciendo skimo en los Alpes, son fechas en que la nieve esta perfecta pero son fechas de máximo riesgo de aludes, si arriesgas lo puedes pagar… así paso… también es verdad que sin riesgo no hay gloria, en fin, no eran nuevos aficionados uno de ellos era un buen guía de Gredos. Siguen llegando noticias de más muertes en los Alpes por Avalanchas...

El 93 por ciento de las víctimas de un alud, lo es por un alud de placa que ha desencadenado el propio esquiador o uno de sus compañeros. Los aludes de nieve primavera son muy densos y con muy alta capacidad destructiva, pero ocurren en un momento del día concreto, en el que es difícil que coincidan con un esquiador "que pasaba por allí". Al igual que si queremos cruzar una carretera en la que sólo pasa un camión al día, será muy difícil que crucemos justo en el momento en el que pasa el camión. Por eso raramente causan víctimas.

Sólo hay dos posibilidades que hacen que los aludes de primavera sean más peligrosos:

Que te quedes quieto en la carretera esperando a que llegue el camión: como un refugio (Respomuso, Góriz, etc).
Que vayas por la carretera, recorriéndola por el centro en su eje, hasta encontrarte con el camión: hacer un corredor en un día de calor o de lluvias o el primer día tras una nevada. Día en el que todo irá purgando por el corredor. Subiendo por él, estarás expuesto todo el tiempo.
Sólo los esquiadores pueden desencadenar una avalancha.
Cualquier sobrecarga puede desencadenar un alud de placa, ya sea un esquiador, un sarrio, una moto de nieve o un montañero que sube a pie. Pero habitualmente, en el Pirineo y en las montañas de la península Ibérica, son los esquiadores los principales desencadenadores de aludes de placa. Esto ocurre en cuanto se conjuntan cuatro requisitos:
Una capa de nieve cohesionada, generalmente formada tras nevadas con viento o tras días de viento que transportan nieve fresca a las laderas a sotavento.
Una capa frágil debajo de la capa de nieve cohesionada sobre la que estamos esquiando. Este dato sólo lo puedes saber tras leer los partes de nieve y aludes de los nivólogos, que previamente han estudiado una columna de nieve aislándola con sierras y una pala, comprobando su estabilidad y la configuración de los cristales de nieve de cada capa interior.
Una inclinación de 30º o más, especialmente si nos metemos en el rango crítico de inclinación, entre 35 y 40º.
Y, por supuesto, una sobrecarga. Será débil si es un esquiador solo, cuando el grupo guarda la distancia de seguridad entre esquiadores, subiendo o bajando. Pero podemos crear una sobrecarga fuerte si subimos todos juntos sobre la ladera, sin guardar una mínima distancia de seguridad de 20 metros entre esquiadores. La sobrecarga será mucho mayor si ese agrupamiento lo hacemos en la bajada, pues al esquiar y saltar se generan sobrecargas mucho mayores que al progresar hacia arriba foqueando.

En montañas de poca altura como Gredos o Guadarrama no hay peligro.
El riesgo cero no existe en montaña y podemos desencadenar aludes en cualquier cota. Aun así, es verdad que cuanto más baja sea la cota, menor será el peligro por aludes. Porque en cotas bajas los vientos son de menor intensidad y recordemos que el viento es que principal generador de placas. Y también, en cotas altas, las temperaturas son más frías (peor transformación de los cristales de nieve) y las nevadas son mayores. En general, a mayor altura, mayor peligro, pero nunca desaparecerá el peligro por ir a cotas inferiores.
Los boletines de riesgo de aludes son exagerados.

Hubo un tiempo en el que los boletines oficiales, tiraban "al alza", para cubrirse en salud, de manera que veías toda una temporada con Peligro nivel 3 y muchos día de nivel 4, sin serlo realmente. Cada día se elaboran mejor los boletines y hay más nivólogos haciendo cortes de nieve sobre el terreno y con buenos conocimientos de nivología y meteorología, de manera que cada año son más rigurosos y emiten un nivel de peligro acorde con el real.

Hay que decir que los boletines son regionales y no locales, de manera que en valles concretos el peligro puede ser a veces mayor o menor que el riesgo global regional. De manera que si tenemos valles con peligro nivel 2 y otros con nivel 3, el boletín siempre anunciará el peligro mayor de los dos, siendo luego el montañero el que debe decidir en qué valles locales se aplica el peligro de nivel máximo expresado en el boletín.
El ARVA no sirve para nada.
Lo importante no es llevar el ARVA, sino no tener que utilizarlo. Gran parte de las víctimas de aludes quedan parcialmente en la superficie y no necesitan ARVA para su liberación. Otra parte queda sepultada con grandes traumatismos, incompatibles con la vida. Pero hay un tercio de víctimas que quedan enterradas a uno o dos metros, sin politrauma, que morirán sin no son localizadas antes de los primeros 15 a 20 minutos por sus compañeros. Y éstos, además de llevar ARVA (DVA), deberán saber utilizarlo, haber practicado, haber asistido a cursos y saber hacer una búsqueda eficaz.
Además deberán llevar una sonda para afinar el lugar de paleo y una buena pala, para realizar un paleo estratégico, que puede durar de ocho a diez minutos según la profundidad. No se puede salir al monte invernal sin DVA, pala y sonda. Y luego, una vez en el monte, deberemos comportarnos como si no lleváramos nada, trazando con seguridad y buscando las zonas de bajo riesgo.

Es casi imposible deducir dónde puede desencadenarse un alud.
No es fácil saber dónde se va a producir un alud, pero sí que podemos intuir las zonas de riesgo, según el boletín nivológico, según veamos hacia dónde sopló el viento (mirando las cornisas, la nieve venteada, etc.), según la inclinación de la pendiente, etc. Luego hay que saber que, en zonas donde podamos desencadenar una placa, en nueve de cada diez ocasiones, ésta no se desencadenará. Pero eso no quiere decir que lo hemos hecho bien. Nos vamos a casa con la lección más aprendida. Nos ha salido bien, pero lo hemos hecho mal. Es como tener una pistola con diez cámaras y sólo una bala cargada. La mayoría de las veces no se disparará, pero al final sí que lo hará. De manera que conviene ir leyendo la nieve y evitando esas zonas proclives a un alud de placa, para no jugar con la suerte. Algún día nos puede salir mal.
Los aludes sólo se producen en laderas muy pendientes.
Por debajo de 25-30º es difícil que desencadenemos un alud, por falta de pendiente o inclinación. Pero por encima de 45-50º, la pendiente es tan alta, que la nieve va purgando conforme nieva y no llega a acumularse en forma de placa cohesiva.

Es en el rango de 30 a 45º donde el riesgo es máximo y especialmente en el rango de la fiebre de las personas, de 38 a 40º (no de fiebre o temperatura, sino de inclinación). En esa inclinación, la nieve se mantiene en un crítico equilibrio. Un equilibrio que podemos romper sólo con que pase un esquiador por encima.

Por donde ha caído un alud ya no hay riesgo inmediato de que caiga otro.
Las huellas previas no aseguran que una pala sea segura de aludes. A veces una pala necesita no una sino tres o cuatro sobrecargas distintas para ir rompiendo sus anclajes y, finalmente, con la cuarta o quinta sobrecarga, venirse por fin abajo. Por ello, aunque veamos una pala que ya ha sido esquiada, sin caer nada, esto no nos garantiza que sea una pala segura.
Otro asunto es esquiar por el lecho de nieve que ha dejado una avalancha. Con excepciones, suele ser una superficie segura. Si estamos en terreno de aludes y un compañero ha desencadenado un alud de placa, si queremos bajar por la misma ladera (que tendrá un peligro similar a la de la placa) lo más prudente será bajar precisamente por el lecho por donde la placa ha bajado, esquiando sobre la superficie que ha quedado al descubierto, que era la superficie sobre la que se ha deslizado la placa superior.
Yo subí solo, sin experiencia previa y sin conocer bien la zona a la Covatilla con la idea de atravesar al circo de Becedas y allí sacar los pioles a hacer el tontuno, 3 km antes de llegar a la estación me pararon y tuve que aparcar de los coches que había, mejor así le daría más al ski, me cambie puse las focas, me puse las gafas que me regalaron Ana y Alejandro para estrenarlas, la verdad que hizo un día cojonudo, el único bueno del todo ( el sábado tampoco fue malo del todo en la zona), así que a darle a las focas hasta que tuve que atravesar una pala para coger ya el tramo final de aproximación a Becedas, me lleve el GPS, y grabe el track, pero no se qué coño ha pasado que no me reconoce nada el archivo, en fin cosas de las tecnología. Allí saliendo de la pala, estaba todo helado y aprendí que sin cuchillas vas vendido, aprendí que hay que cantear o morir, y aprendí que para bajar nunca bajes con las focas puestas.. y claro no llegue al circo, cago en la puta me cague un poquito así que me quité los esquís y me puse los crampones, bueno así al menos practiqué porque nunca me había puesto las botas de ski con los crampones… y nada para abajo, porque ya no me sentía cómodo.. Me sobrevalore en esto de skymo cuando tengo mucho por aprender, o a lo mejor es que le he cogido miedo a la verticalidad… ya no me siento cómodo un ningún lugar ni en ciudad ni en la montaña ni en el pueblo, siempre tengo que estar huyendo de los sitios… El resto de la semana santa en plan relax en el pueblo el viernes fuimos con los trineos a la Sierra de Piedrahita que estaba de nieve hasta el culo, y le deje los esquís un rato a Ana, luego por la tarde que hizo bueno estuvimos metiéndonos en el rio, que para una vez que lleva agua había que aprovechar. Luego dando unas vueltas por los caminos nos dimos cuenta de la escabechina que ha hecho el invierno se ha llevado bastantes encinas por delante, los leñadores, se van a poner las botas este año. Javi Vallejera no pudo darme los piolos se le judío la maquina, y bueno nos pasamos por casa del tío Ángel, a verle y la verdad que le vimos muy mejorado, y con buen humor al hombre, el que al final no pudo seguir fue el Padrino, el día de la pascua, uno de sus días preferidos, descansó.

Le compré al niño una bici nueva, pero creo que me equivoqué, la he pilado de 24, no sé si demasiado pronto para él, en fin que vamos a hacerle, por cierto hice algo útil, me leí al final el libro del Duque de los Abruzzos, magnifico personaje, ética y pasión, de cojones.. Grandísimo explorador.

Me voy quedando obsoleto somos gente de una generación atrasada que no entiende este mundo, somos como las Harleys, ya nadie compra una moto que hace ruido, que consume, pero que tiene carácter y es para siempre, son cualidades que ya no se buscan... si es que ya han hecho una HD eléctrica... En fin, nos hemos quedado atrás, somos emigrantes digitales.

Hoy mi padre estaba chungo el hombre, muy preocupado, no le han podido dar el tratamiento, la verdad que lleva tiempo muy apagado, y sigo sin pasar casi tiempo con él, bueno nos vamos a comer este viernes con el Oscar, Carlos Gomez y yo. La verdad que comimos en el Tio Aquilino muy pero que muy bien, garbanzos con centollo.
Y hemos dejado tirado a Pablo se nos resiste en San Carlos, hemos preferido abrir horizontes estamos como cansados de ser obligatorio ir a la montaña así que nos vamos al agua, Dani y  yo al descenso del Ebro en Canoa… a ver que tal.

Habíamos quedado con Cesar y su hijo  para ir al Indoorwall de Lega para estrenarlo, y no pudimos, tuvo la misma idea todo el mundo nos quedamos sin probarlos, fuimos según llegamos vino una manada de gente, así que nos dio tiempo a verlo y a pirarnos al de Fuenlabrada, allí estuvimos dándole Marquitos, Cesar y yo, que acabé doblado  hoy lunes no me puedo ni mover.. NO vino Alejandrito porque la Ana me hizo la pinza y me puso un cumple del cole en finde, y mira que se lo tengo prohibido que los findes no hay cosas del cole, pero en fin. luego nos tomamos unas cerves con Elena y Dani...

Varios artistas retan a la maquinaria judicial: Los Borbones son unos ladrones
13 artistas entre los que se encuentran La Raíz, Frank T, Def Con Dos, Rapsusklei, ZOO o Los Chikos del Maíz página oficial, se autoinculpan con este tema en solidaridad con los casos de Josep Valtonyc, Pablo Hasel Rodríguez o La Insurgencia, “retando a la maquinaria judicial mediante la asunción colectiva y solidaria de las responsabilidades penales de las líricas condenadas”. Para ello han creado esta canción y su videoclip grabado en La Modelo de Barcelona, «Los Borbones son unos ladrones»

Publicaron unas líneas en la voz de Galicia sobre el padrino, si es que era un crack el tío:
"Luis pasó el fin de semana ya muy fatigado. Tuvo tiempo de probar una cerveza sin alcohol y de vez en cuando creía oír la música de una gaita mientras se iba apagando, rodeado de su gente hasta el final. Entrañable, encantador y siempre amable, buen bailarín, fenomenal caminante, capaz de cubrir a pie cada año los veintitantos kilómetros largos que separan Vilagarcía de los Milagros de Amil, y por encima de todo amigo de sus amigos, ni siquiera la enfermedad le hizo perder las ganas de disfrazarse este Entroido, sabiendo que probablemente sería la última vez.
Luis dedicó 48 años de su vida laboral al Club de Regatas, donde era una institución. Allí preparaba los mejores dry Martini. «Algo de cierto hay», confesaba con una sonrisa pícara, como dándole y quitándole importancia al mismo tiempo, cada vez que alguien se interesaba por sus habilidades, que a ratos también desplegó en El Pequeño Bar. Con él se va la memoria de una ciudad de otra época, de partidas de póker entre personajes acaudalados, de códigos compartidos por jugadores y camareros, de paseos cuando la ría bañaba aquella Alameda a la que el mar no volverá"