Toledo in the night
Pues me llaman los inquilinos que se piran, hay que subir a firmar a ver si le puedo colocar el chalet a alguien, claro que a saber cómo esta, no pasa nada el Riki me lo resuelve se queda él y un amigo 900 por julio y agosto, no esa mal al menos para dar le la entrada a David por las ventanas.
Total que, claro hay que celebrarlo el Dani se ofrece a ir de cocinero, lógicamente paella, para veinte, y si suben Alberto y David mejor peto claro con ellos siempre es una incertidumbre yo creo que tenÃamos más ganas de ver a Alberto que el chalet luego una paranoilla porque a todo el mundo le trajo recuerdos, les removió por dentro, al Javi el zángano, al Kiko... a Sonis,... es lo bonito del chalet qur forma parte de todos, la Eva se vino arriba y se vino con la toga y todo,,, el niño de pm, disfrutando de la piscina... La verdad fue un finde inigualable una pena que no vinieran, ni el Alberto, ni el Manolo y la Juli, también faltaron el Nano y el Hawkito, el Dani, pero al Dani y al Chosi ya sabÃa que no, asà que ni me moleste en avisarles... qué vida esta forma parte de nuestra vida asociada a momentos buenos e inolvidables tenÃa que volver por cojones al chalet...
Hacer, hacer, hicimos poco beber y comer y fumar, yo tenÃa la intención del domingo escalar donde el rio, en las vÃas que hicimos con Ivan pero no estaban los cuerpos para nada, eso si todo el mundo bailando en el chalet, hasta la Silvia se animó a bailar, el domingo para bajar un poco el colesterol nos dimos un pituqui con las eléctricas, sobre todo para ver si le meto el gusanillo al pedro y se compra una...
Como estaba tan mal el chalet por dentro, olÃa a humo a perro, y como entraba el Riki y su amigo tuve que pintar el lunes toda la casa menos mal que el Kiko me echo una mano, mil gracias, allà menuda sesión 10 horas de pintura la peor labor de pintura que el hombre allá conocido pero dadas las circunstancia eso es mejor que como estaba, que pena los pelos del perro se quedaban pegados en todas partes y el humo del tabaco y la chimenea,,, que horror, era imperativo pintar, nos fuimos al terminar a tomar algo al pueblo y nos encontramos con Blas qué tiempos aquellos cuando subÃamos a el puerto de Navacerrada y estaba el o cuando Ãbamos a su bar.... el tiempo como corre el jodio...
Pues como lo pospusimos a mediados de marzo, y a partir del 1 de julio se podia, nos las apañamos para armarnos de valor con este calor y volver al Cerro del Bu .. a las 7 y media estábamos en la base joder que calor tuvo su mérito por eso, por curiosidad no estaba toda la pared llena de cagadas como era habitual, lo que si estaba hecho una mierda era el Tajo, cada vez está peor, el tema de los rÃos se nos ha ido de la manos, la pared estaba bastante bien eso si ,se notaba que hacÃa mucho tiempo que no pasaba Nadie por allÃ... se las abrió todas el Alfred, no ensayamos a meter cacharros, pero si maniobras y luego rapel, cuidado ay¡¡¡ que le aseguramos con un ocho y luego rapelamos con ocho... como en los viejos tiempos... joder como se calienta el cabron... luego nuestras cervezuquis, trepando en Toledo, 10 años después, que más se puede pedir para un jueves?
Pues por lo visto el Bu tiene hasta su leyenda...
A mediados del siglo VI vivÃa en Toledo un viejo hechicero que habitaba en una cueva cuya entrada se situaba en un cerro próximo a la ciudad.
Desde hacÃa varias generaciones sus antepasados venÃan preparando una pócima que protegÃa y daba fuerzas a los reyes godos, haciéndoles invulnerables frente a sus enemigos y dotándoles de una sabidurÃa especial para gobernar. Para ello seguÃan un ritual, siempre al atardecer, y utilizaban unas reliquias que formaban parte del tesoro que Alarico, en el año 410, habÃa arrebatado a los romanos.
CorrÃa el año 653, año de la coronación de Recesvinto, y el viejo hechicero preparaba a la entrada de su cueva la pócima para el nuevo rey, cuando de repente, de entre las sombras, apareció un gigantesco cuervo negro que con el batir de sus alas volcó el viejo caldero en el que burbujeaba un lÃquido viscoso.
Poco tiempo habÃa transcurrido desde que el lÃquido elemento fuera absorbido hacia lo más profundo de la tierra, cuando un rayo, surgido de la nada, impactó en aquel mismo lugar, produciendo una tremenda explosión que abrió un enorme hueco en el suelo.
Ante los ojos del sorprendido hechicero, de entre la espesa nube de polvo producida, fueron apareciendo, cual desfile infernal, espectrales figuras: la cabeza degollada de una mora, el rostro de piedra de un joven prÃncipe sarraceno, una joven desnuda que se sumergÃa en las aguas de un rÃo, un guerrero con una mano horadada, una cabeza de varón sobre una bandeja, un cristo con las manos desclavadas, una Virgen con siete alfileres clavados en su corazón…
El aterrorizado hechicero se refugió dentro de la cueva, pero, lejos de tranquilizarse, su terror aumentó aún más al contemplar que sobre la roca de las paredes se habÃan quedado grabadas junto a unas extrañas inscripciones las imágenes que habÃa contemplado minutos antes en el exterior.
Sin tiempo para reaccionar el techo comenzó a derrumbarse y en pocos minutos quedó sepultado, con todos sus secretos, dentro de la cueva.
Durante cincuenta años nadie se atrevió a pisar aquel cerro, hasta que un dÃa el valeroso y atrevido D. Rodrigo, último rey Godo, abrió la cueva. El hechicero y sus reliquias habÃan desaparecido, pero los grabados aún se conservaban intactos. El rey contó a su pueblo lo que allà vio, aunque nadie encontró un significado.
Estos hechos pasaron de boca en boca, a través de los siglos, sin que nadie interpretase aquellos grabados hasta que, en distintas épocas, fueron aconteciendo en la ciudad determinados hechos que hicieron comprender que los grabados predijeron el origen de numerosas leyendas acaecidas en la ciudad y que han perdurado hasta nuestros dÃas.
Pues fue el cumple de Hawkito, felicidades, 52 palos ya, nos estuvo invitando en los Gauchos, que pocos Gauchos me quedan.
La Ana por fin ha alquilado Jesus del Pino, entran en agosto.
Y como Silvia acabo con la radio, por fin y se veÃa con fuerzas, nos bajamos el viernes a ver a Raúl, y darle un poco de animo a la cosa, estuvimos en la casa del pueblo que es la que le tocaba, el viernes tuvo mediación 4 horas de discusiones con la Yoli, un pasito más, asà que llegamos en el momento justo a Pedro se le cayó el paragolpes de delante en la carretera tuvo la sangre frÃa de parar y bajar a por él y luego se lo coloco en Durcal. Nos bajamos a cenar el mismo viernes a la playa de Salobreña, al dÃa siguiente también bajamos a la playa por la mañana y por la tarde estuvimos escalando en Vados que está a 10 minutos, pedazo de escuela monumental pedazo de paredones, allà hay de todo eso si los grados están mazo apretados, estuvimos practicando con cuerdas dobles, joder que cuerdas más finas que tiene Raúl lo nunca visto…. Mientras el Alfred estuvo por el Abantos tres laguitos de quinto… bajamos de nuevo a cenar y pasar la tarde noche a la playa… y el domingo nos feÃsmo a la catarata de Durcal, y a cenar donde el rubio el codillaco… impresionante como siempre, encima el pobre chaval que nos cogió la reserva no se acordaba que el domingo noche no trabajaban y como tiene mucha confianza con Raúl, nos abrió el restaurante solo para nosotros…. Vaya lujo… y na el lunes para los madriles a trabajar…
¿Qué quiere el rÃo que viene a curarme?
Baja desde la montaña hasta ninguna parte
Estaba en vilo, que me dejó marcharme
Sin preguntar, sin saber, sin matar
La corriente corre más que lo presente
Y ahà va mi mente, y ahà va mi mente, y ahà va mi mente
Y ahà va mi mente
Y en un suspiro se siente que arde
Quema más el fuego de quien es cobarde
La voz de un niño que viene a buscarte
Sin más afán que el de ser uno más
La corriente corre más que lo presente
Y ahà va mi mente, y ahà va mi mente, y ahà va mi mente
Y ahà va mi mente
El cuerpo corre y el mundo vuela
Y le convencen de que es una carrera
El cuerpo corre y el mundo vuela
QuÃtame la pena
Y el cuerpo corre y el mundo vuela
Y le convencen de que es una carrera
El cuerpo corre y el mundo vuela
QuÃtame la pena
QuÃtame, quÃtame, quÃtame la pena
QuÃtame, quÃtame, quÃtame la pena
QuÃtame, quÃtame, quÃtame la pena
QuÃtame, quÃtame, quÃtame la pena
QuÃtame, quÃtame, quÃtame la pena
QuÃtame, quÃtame, quÃtame la pena
Ay, quÃtame la pena (quÃtame, quÃtame)
Ay, quÃtame la pena (quÃtame la pena)
Ay, quÃtame la pena (quÃtame, quÃtame)
Ay-ay-ay (quÃtame la pena)
La corriente corre más que lo presente
Y ahà va mi mente y ahà va mi mente y ahà va mi mente
Y ahà va mi mente
Valeria Castro
la corriente.