jueves, 21 de julio de 2011

la ignatius





Celebre vía, de iniciación a la Adherencia, para nosotros fue una deshaderenciacion total, parte de una deshidratación, pero vamos a ver el pleno julio a quien se le ocurre...

 Mientras las peregrinas poniéndose finas de marisquito en Santiago...y la Ana ciega de pinchos en San Sebastián, y el Pedro a cubatas en las fiestas de su pueblo...

 Pero bueno nos dio por ahí, para gustos colores, pero vamos nosotros ya, ni gusto ni na... más bien mucha caguitis.... (Vamos de echo yo cague 3 veces de caminito al Yelmo, imagino que serían las dosmillonesdoscientoscincuentamildoscientos 2 copas que me tome entre el viernes en el Clover y las del sábado en la casa del Chosi, si es que viene el Casey como el 7 de caballería y morimos con las botas puestas.... aparte que tengo ya la cabeza pa chope, si ese del cuadrado, iba con la idea que me subieran entre el Alfred y el Cesar).

 Lo de Alfred, bueno lo del Alfred, como la tía le tiene absorbido el seso, y otras cosas... pues cuando sale con nosotros se lo deja allí con ella, no vaya a ser que lo pierda...

 Y lo del Cesar, pues que ya empieza a notar que es padre... y empieza a desconfiar un poquito, pero poco sigue siendo el más fuerte mentalmente de todos.

 Total que solo hubo mieditito por todos lados, pero en nuestra defensa a ultranza de lo indefendible, hemos de decir que no fuimos los cobardes gallinas capitanes de las sardinas cerdos americanos,,, es decir unos compis se acojonaron antes y se bajaron en el primero largo... claro he de decir en su defensa que se equivocaron de vía que esa no era la Ignatius y ya se acojonaron, es lo que tiene la adherencia o sacas el superglu o te deshalleres en cuanto dudas un poquito, esos putos seguros que tienes que coger un avión para ir de uno a otro.

 Lo peor, vamos que somos lo peor para colmo unos chavalitos de más de 50 tacos, empezaron 1 hora más tarde a trepar y cuando nosotros estábamos enfrascados en mitad de una guerra con el calor y donde cojones están los putos químicos, ellos ya bajaban alegremente por la praderita...

En ese momento, el últimos que bajaba, por la valentina se cruzó con 2 cabras montesas que empezaron a saltar como locas, saliendo a toda pastilla, la verdad el momento más bonito y solo por eso mereció la pena haber ido.Total que nos salieron los 3 largos más raros que uno pueda imaginar, pasándonos por el forro todas las reglas de la escalada, pa vernos matao,,,

 Eso sí, que cervecitas más majas nos bebimos en canto cochino.

Y bueno la verdad que nos pegamos una paliza de cojones, que tiene su mérito, subir al yelmo, escalar, y bajar para comer, todo en el día. También aprendimos que orientarnos en las vías clásicas no es lo nuestro pero poco a poco, que algún recurso técnico nos queda, recordamos como utilizar material de clásica... nos acostumbramos a estar horas y horas en las reus... ah! y bajamos con vida y con todos los huesos sanos, aunque yo a uno lo hubiera cortado la cuerda...